Intento de Sol

No es un cuerno a la Luna. Poliamor cósmico. Cada noche bajo la persiana al máximo, sólo por el ruido, pero cada mañana deseo ardientemente subirla para reencontrarme con Él. Como Julieta, a mi Romeo fogoso, lo admiro a lo lejos, lo beso a través de la matemática, le mando mensajes de amor con ayuda de palomas mensajeras que como Ícaro, se deshacen antes de llegar a disfrutar del todo su objetivo. Lo quiero porque me desnuda, o deseo querer desnudarme. Me echo crema en mi pecho incluso en interiores. Me desdibuja contra el blanco de la pared. No cal del Sur. Una brújula amarilla en mi kit de supervivencia de futuro en Marte. No tengo suficientes brazos de dios hindú para abrazar a aquella pila. El atardecer en el día se lo admito, su huída al descanso ante tanta pasión. Y bajo la luz de otra vela, aparece su carta en la tirada del tarot, y le recuerdo, sabiendo que a la mañana siguiente me tomaré un café con Él.

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