Dólar

-       Te he traído un regalo.
-       (le da un dólar)
-       ¡Un dólar! – ¡Gracias! ¡Es precioso!
-       Puedes ponerlo en la nevera con un imán.
-       ¿Cómo que has traído un dólar de Costa Rica?
-       Se podía pagar con dólares americanos.
-       ¿Qué tal el vuelo?
-       Estuvo muy bien, no tuve a nadie al lado.
-       Recé por ti a la hora del despegue.
-       Ah
-       (…)
-       ... Con el que vi mi vida pasar fue en el Managua-San José.
-       Hum, estaba durmiendo a esa hora.
-       Ya, no se puede rezar dormido.
-       (mira de nuevo el dólar)
-       Nunca había visto uno, sólo en las películas.
-       Yo tengo otro para mí, lo utilizaré como marcapáginas.
-       Utilicémoslo de otro modo.
-       Hum
-       Métemelo en el pantalón mientras bailo.

Sueños, Harold Norse)

Dime, sueños, ¿encontraré un nuevo amor?
¿Cómo lo ves, sueños, con respecto a tener un nuevo trabajo?
¿Cuáles son mis posibilidades?
¿Me libraré del dolor de espalda? ¿cambiará mi suerte? ¿viajaré?
¿llegaré a ser famoso?
Sueños, quiero saberlo. Te he dado mis mejores años y
¿qué me has dado tú a mí?
He sacrificado todo por ti, te he puesto en un altar,
te invoqué, me eché a perder por ti.
Le hablé de ti a mi mejor amigo. Te seguía hacia donde me guiabas.
Te consultaba, tomaba notas. Fui un criado fiel.
Escuchaba con respeto cuando hablabas, obedecía cuando mandabas,
observaba tus estados de ánimo.
Me desconcertaban tus acertijos, descubría tus señales
Nadie ha seguido más de cerca tu estela.
Vi interiores decadentes, laberintos de piedra, caballos salvajes
sumergiéndose en el mar...
Pasé por metamorfosis extravagantes.
¿Qué premio me darás por mi fantástica búsqueda?
Vamos, sueños, ¡pongámonos a la misma altura!
¡Estoy en el mismo punto en el que comencé este viaje, sueños!
¡Grrrr! ¡cabrón! ¡Este pensamiento hace cagarme de miedo!
Quiero decir que, todo lo que he pensado y hecho, sueños, TODO ha sido
por ti, y ahora me abandonas, sueños, ¡desistiendo! Me estoy haciendo mayor,
estoy más cansado, cojo frío con facilidad, y, lo peor de todo, voy perdiendo memoria,
¡sin acordarme de ti! esto es peligroso...
¡No me abandones, por el amor de dios! Eres todo lo que tengo.
Si te vas no me queda nada, ¡sólo el aburrido vómito de la "realidad" de cada día
que sin ilusión se oscurece! ¡Glup! ¡Me ahogo!¡Shopping y dólares!
¡discursos electorales! ¡ropa sucia! ¡kitsch! ¡basura! ¡AAAARG!
polución, estadísticas, procesamiento de datos, gritos, racismo, ordenadores, glup.
                                                                                                                                  impuestos, guerra.
¡VOY A VOMITAR!! ¡No me abandones, sueños! No soy nada sin ti
        ... mierda... mierda.
Tú lo eres todo, sueños, mi oráculo mi gurú mi derecho divino...
        mi polla mi coño mi agujero del culo... mi novio mi alegría mi
        cariñito mi polvo mi mamada!

San Francisco, 21/09/1972

ESTOY EN UN IMPASSE

he estado por ahí
estoy en un impasse
digo no en lugar de por qué
estoy en números rojos
mis libros no me dan dinero
las palabras significan menos
olvido lo que quiero decir
no importa
imágenes rituales
sin sentido
excusas superficiales para
mentes vacías
he estado por ahí
en busca del Maestro
metido en los Misterios
muchas palabras
para escapar
sentado en la orilla del río
meditando sin parar
apoyado en cuclillas contra la pared
con la mirada fija en el cielo
tuve momentos
en los que abandoné mi cuerpo
y toda esa alegría
donde está
a la que amé con mis huesos
la única cosa con sentido
que mi vida ha tenido
donde estás
estoy en un impasse
creí en visiones
en el amor y la amistad
engañándome a mí mismo
todo el tiempo
terminé solo
loco y desesperado
mordiéndome las uñas
sufriendo silenciosamente
asustado
errante y desarraigado
queriendo morirme
con las manos vacías
quién inventó este cerebro
este sistema nervioso
estas células desenfrenadas
donde una melodía atascada
e imágenes se vuelven locas
estoy en un impasse
tú te has ido y yo estoy solo
mirando al vacío
del vicio y la muerte
encadenado
a los estúpidos acontecimientos
pezón y labio
amable mamífero caliente
éstos vinieron primero
luego el whiskey
los cigarrillos
el porro
sin entender
sin entender
después
nada
nada
vieja lástima primaria
primera necesidad
repetida infinitamente
una y otra vez
frío y muerte
estoy en un impasse
¿qué puedo desear?
camino por las calles
de cada nueva ciudad
con ganas de esperanza
he estado por ahí
¿todo para qué?
frías estrellas y el vacío
miedo en la garganta
tú te has marchado
estoy en un impasse
pero no puedo derrumbar
la pared de palabras
he estado por ahí
viéndolo todo
poder y fracaso
éxtasis
horror
revolución
desesperación
oh ¿dónde estás?
estoy en un impasse
he estado por ahí


Harold Norse.

abcdefghijklmnñopqrstuvwXXYz

Los padres perfectos esperaban nerviosos. Ella sobre la cama exhausta, él agarrándole fuerte la mano. El médico apareció y les comunicó que todo iría bien pero que no se trataba de un niño. A la madre le enfadó el hecho de haber comprado todo el mobiliario en azul. El médico les dijo: ¿Si el azul es para los hombres y el rosa para las mujeres, cuál es el color para los hermafroditas?

Orgasmo electrónico

Mi cuerpo sobre el teclado transcribe desparramado
los temblores.

El ratón alrededor de los muslos, pulso mis botones

Tecleo mi vagina.

Los bafles entre mis telas, abiertos a horcajadas
sobre el ordenador de mesa.

Se abre y se cierra la rendija del DVD.

El mejor orgasmo que he tenido:

eléctrico
sin miedo a contagiarme
sin poner excusas después.

1

Tacho lo escrito Al arrepentirme E intentar descifrar Lo destruido Reescribo
Nada que ver con lo primero Imagino No me acuerdo Queda una copia en el olvido
Intuyo las palabras partidas Los golpes de los acentos Los navajazos de las tes y las cus
Llenas de rabia.

Luna llena en Sagitario

Interior: baño de luz blanca sobre negra cruz que se parte en cuatro. Los ojos tornasolados. Algo mutuo que nos casa. Cama limpia de estrellas. Avisan las vueltas, avisan las patadas al humo. Hemos utilizado el mismo cuchillo y tenedor para comer nuestro secreto.

Exterior: luna llena de pensamientos oscuros. Los perros ladran y aúllan. El cosmos que nos cansa. Rueda de plata abriéndose camino por el torrente de sangre. El polvo levita. Está de testigo tu ángel. Siento pena por ti, siento pena por mí. Como el misterio con las manos.


Sala de estar

Voy consiguiendo ganar al sol al escondite
Espero que mi respiración no me delate
Voy poniéndome moreno de oscuridad
Abierto mi culo sobre el baúl
Azul el cielo escondido, planetas de libros
De autores que han explotado, el blanco
Nuclear de un pequeño frigorífico, Vía Láctea
Donde quisiera descubrir a algún bicho
Que vaya consiguiendo ganarme al escondite

RAYUELA

Muchos hombres juegan a la Rayuela sobre el cuerpo de las mujeres y pierden: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10.
Quizás ellas prefieran el 4, 6, 8, 9, 10, 1, 3, 4, 2, 5.
Quizás a veces sólo les apetezca el 5, 5, 5, 5, 2, 3, 5, 5, 5.
Los pechos en Nicaragua, Japón o Sudáfrica son iguales.
No pienses que todos los pechos esperan dólares.
No pienses que los pechos esperan.
No pienses.
No pienses cuando chupas sus ojos de leche mientras el Gran Ojo nos observa.
Intenta conocerla mejor haciéndole una radiografía horizontal.
Hazlo tan bien que su cuerpo retenga en su memoria de carne lo que le hiciste.
Escribe en su espalda con el dedo “aliento” y en su estómago todavía no embarazado “siempre”.
Intenta que sus orgasmos cuenten más de 10.
Que la Rayuela dure lo máximo: una calle entera, un malecón. Hasta el mar.
Leed algo después.
Tacha en tu agenda su nombre si quieres. No es un contrato.
Apunta su talla de sujetador, si quieres, pero sólo para regalarle uno al día siguiente y coser tus iniciales en él.
Y háblale de la “futilidad de la memoria” para justificar que mañana
no será sólo una cruz en la lista.
Que será algo más que Emma, Sofía o Giovanna.
Que será.
Que serás.
Que.
Que tú para ella no serás un dildo más.
Que tú para ella serás algo más que Claudio, Tizziano o Giulio.
Que tú para ella eres también una Rayuela.
Quiero ser escritor quiere decir que quiero tener tiempo para escribir.

Suma y Resta

Uno, 3 letras
Solo, 4 letras
Cinco, 5 letras
Poesía, 6 letras

Escribir

Para mí escribir es como jugar solo a chutar la pelota contra una pared.

No me gusta la palabra "solo"

No me gusta la palabra solo es
demasiado corta para todo lo que significa
un mar grande de silencio encerrado
en un cuerpo, un hoyo negro
profundo sin saber donde acaba como para
ser pronunciadas sólo cuatro letras. Solo
es mucho, es mucho el estado de quererse
poco
o no quererse nada a uno mismo,
solosolosolo sería mejor, un poco más larga
tendría más sentido
es más adecuada esa repetición:
como un eco de la memoria de alguien que
sí nos quiso.

True love

Metí el pie en el hoyo. Pensé en demandar a la ciudad. El daño ya estaba hecho y por un momento desistí de hacerlo porque sólo pensaba en ella. En su ojos, en el contacto de su piel con la de mis manos bajo su ropa. En el contacto de mi ropa contra la suya.

Miré el reloj, pero antes metí el pie en el hoyo y pensé en demandar al Ayuntamiento de Madrid. Me lo recomendó que lo hiciera una de las señoras que vino a socorrerme y que me pegó una torta en la cabeza por haberla asustado. Me pegó con otras tres señoras que se acercaron también a socorrerme y a pegarme. Estaba anestesiado por el dolor. Pero decidí ir a buscarla al trabajo.

El viaje en metro fueron seis paradas pero con el dolor que sentía en el tobillo parecieron doce.

Para llegar a la sede de su empresa había que recorrer un parque industrial y luego un parque con algunos árboles por crecer y bancos recién pintados y solitarios. Mientras arrastraba uno de mis pies por el suelo, podía ver a lo lejos el skyline de empresas.

Cuando llegué a la recepción, vi como la cara de la recepcionista quedó desfigurada después de darme los buenos días sin mirarme, supongo que fue al levantar su mirada y verme a mí desfigurado por el dolor. Le pedí aun así, que avisara a Laura, del departamento de compras.

Me senté en una de las sillas de una pequeña sala de espera al grito de dolor. Laura apareció a los cinco minutos, sorprendida.

Hablamos a un metro de distancia.

- ¿Podemos vernos luego?
- No lo sé.
- Esperaré fuera, sentado en un banco.
- No.
- Volveré a casa entonces.

Al mirarla, recordé la última vez que nos habíamos visto. Le di la espalda y crucé de vuelta el pasillo, luego la puerta que da a la recepción y luego la puerta que da al exterior. Deshice el camino, deshice las seis paradas de metro que fueron como veinticuatro. Llegué a por fin a mi estudio, frío, marrón, abuhardillado. Comencé a llorar nada más cruzar la puerta, abatido por el esfuerzo que acababa de hacer.

III

Ha caído una gota de lluvia en mi copa de vino.

Estoy triste

Estoy inspirado porque estoy triste.
Estoy triste porque estoy solo.
Estoy solo porque no me gusta la gente.
No me gusta la gente porque no me gusto a mí mismo.
No me gusto a mí mismo porque no soy capaz de responderme
de dónde vengo.