Diarios Toulouse. Café sobre café (París-Brest)🍰


De verdad que me fue casi imposible encontrar aquella pastelería. Pascal pensó que el hecho de que llegara tarde era una muestra de desinterés. Si en otra vida hubiera estado reencarnado en la Edad Media probablemente hubiese llegado zigzagueando como un zombie apestado a tiempo, pero parece ser que estuve más bien reencarnado en guillotinado y llegaba tarde al cadalso en París. El plan era degustar un París-Brest. La pastelería estaba a rebosar. Al llegar, ya sentado, ya enfadado, Pascal ya había terminado su merienda. Ni Google Maps pudo ayudarme. Me disculpé y no las aceptó. Aún así me animó a pedir el dulce. Me colé. El camarero me sirvió el café demasiado frío como de pronto mi temperamento. No hablamos. Me observaba con sus ojos verdes de perro pastor, cómo masticaba, cómo la nata hacia que disfrutaran mis mejillas. Él no tenía más tiempo, tenía que reparar su bicicleta. Nos despedimos para siempre aunque no lo sabíamos. La digestión del París-Brest la pasé en la librería Ombres Blanches. En su jardín tomé otro café, esta vez caliente. Café sobre café.


No hay comentarios:

Publicar un comentario